25/11/14

EL JUEGO DE LA PERINOLA 
Y LAS MUCHACHAS MODERNAS

  Un día bajando el sol por la ladera de la tarde, estando en un parque, sentado en un banquillo con mi novia le pregunté emocionado si quería jugar Perinolas.

  Ella me observó con los ojos como platos, abrió la boquita dulce de par en par y se quedó de medio cuarto, congelada y sorprendida sin saber qué hacer, se puso roja hasta la coronilla y de súbito cerró las piernas como dos puertas pesadas, las apretó fortísima como si le hubiese entrado de súbito, un viento frío entre su exquisito monte de Venus.

  ¡Dios mío que hice! mascullé entre dientes, y de repente me jaló con fuerzas que casi me atropella, me abrazó de tal manera que casi me asfixia, me entregó su boca y su lengua en manera tan fortísima y apasionada que me succionó el corazón completo, quizás hasta dejarme el alma entre puro huesos, luego me soltó y mirándome fijamente sin pestañear me dijo dulzona y pícara.

  ¡Pensé que nunca me lo ibas a pedir idiota, yo quemándome por dentro como un fogón y tú como un pedazo de iceberg del polo norte! Como te encanta guardar ese juguete colgando como un pedazo de carne inútil y desperdiciando en el tiempo, vas a sufrir de defunción eréctil en cualquier momento por falta de uso.

¿Qué está pasando? Asustado en mi interior me pregunté sorprendido y de repente ella histérica, halándome por el brazo me llevó apresurada a su casa.

  Por el camino pasaron miles de pensamientos por mi cabeza perturbada y no salía de mi desconcierto, hasta que logré entender cada detalle de las palabras profundas de mi novia. Comprendí alucinado la situación y en un descuido sin que lo notara, me saqué la perinola que llevaba en uno de mis bolsillos traseros y la arrojé hacia los arbustos más cercanos. 

  Imaginé lo que se avecinaba, jamás pensé el desenlace que traería el pedirle que jugara conmigo la perinola. Mi novia entendió a su modo y yo un oportunista aproveché una oportunidad que me caía de viento en popa.

  En su habitación jugamos al juego de su perinola... Esta son las muchachas modernas, solo piensan en tres cosas, sexo, festear y la moda. 



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