23/11/14

FUEGO DEL INFIERNO II
Cuando Chávez llegó al averno

El Comandante Supremo llegando al infierno, el mismísimo diablo lo estaba esperando en la puerta y le dice: Bienvenido mi nuevo hueste, pase tranquilo, sin tanta jodedera y habladera de pendejadas que ahora está en mi dominio.

Chávez le dice: ¡Dios "meo" yo pensaba que estaba en el cielo "mesmo"! pero aquí el panorama está mucho mejor pintado de socialista, todo está rojo rojito por el fragor intenso del fuego, y para adelantarme quiero ser presidente de este infierno diablito. ¡Ejem, ejem!... carraspeó el Diablo y enfurecido le espeta: No seas estúpido e insolente Chavito, en Venezuela jodiste a quien te dio la gana, aquí en el averno yo soy el único comandante.

Chávez quiso demoler al diablo con su palabreo y dijo: eres como el imperio "mesmo" y los opositores, todo lo quieren para ellos solito, entrecerrando los ojos pidió al diablo un micrófono y las cámaras de TV para encadenarse y dirigirse a todos los demonios y almas en pena, con la finalidad de crear una comuna infernal.

El Diablo conociéndole de fondo le asestó un cachazo en la boca y le dijo: Aquí Chavito no vas a venir a engatusar a ninguno, estás frito bacalao, y en mis dominios te voy a dar un castigo por toda la eternidad como escarmiento a tu maldad, pero te seré misericordioso porque hiciste mucho mal y te mostraré dos penitencias eterna para que escojas uno.

Bueno por lo menos estas siendo un buen socialista, dijo Chávez entre dientes y muy enfadado amenazó: sin embargo, te derrotaré como lo hice con los escuálidos y cuando menos lo pienses te asestaré el machetazo.
El diablo le vociferó descontrolado: tienes razón comandante en eso de que soy mejor socialista, en tu patria fuiste un mal social, dividiste al pueblo en dos partes, a unos dabas y a otros quitabas, por lo menos yo te doy dos oportunidades, a tus opositores no le dabas ni respiro...

¿Y cuál es el castigo diablito? ten un poco de piedad, quizás Dios en el cielo aun me ama y me mande a buscar para formar en el cielo un socialismo revolucionario.
¿Te ama? Dijo el diablo irónico, Dios te decía por medio de su palabra, ama a tu prójimo como a ti mismo y tu desobediente y soberbio inclinaste la balanza mas de allá que de acá, de un lado la llenaste de dolor, miseria, corrupción, asesinatos, avaricia, poder, marginalidad, sectarismo político, saqueo, muerte, desgracia, mentira, confusión, engaños y terror y de la otra la llenaste de tu gloria banal, petrodólares, poderío y te olvidaste de Dios, diciéndole a tus camaradas que tú eras Cristo y que vergatarios son tus seguidores, todavía se lo creen denominándote de PADRE NUESTRO... Ja, ja, ja, ja... retumbó en el área circundante las cavernosas y temibles carcajadas del Diablo, que de tanto reír se orinó encima.

Chavez pegó un gritito marisqueado y un brinquito hacia atrás, aquel orine echaba humo y derretía el suelo del infierno como mantequilla. ¡Coño diablito! grito Chávez atemorizado, ten cuidado donde te meas, eres un salvaje fascista.

El diablo lo agarró por el forro del culo del pantalón y casi arrastrando se lo llevó a una montaña muy alta. ¡Caramba Chavito pesas como plomo! la comida que te dio Castro te infló como un cerdo grasiento y abultado. ¿Te digo un secreto Frías?

¡Anja! ¡Y ahora qué te pasa Satanás! andas como los de la CIA, de secreto en secreto, ¿A ver dime diablito mesmo?
Cuando fuiste a curarte a Cuba te envenenaron porque le estabas poniendo el caldo baboso al Socialismo Comunista revolucionario de Castro, ellos estaban cansados de fracasar y tú ibas por el mesmo camino chupándole los peos, los Castro te echaba Mata Rata en las sopitas de chipichipe que te daban…

Je, je, je, se burló Chavez y le dijo: no me jodas diablito el coño, ese era mi padre, mi Dios y maestro, anda a joder a otro. El diablo lo miró como gallina que mira sal y lo siguió arrastrando mientra sudaba a chorros.

Cuando estaban en lo más alto de la cumbre el Diablo le señaló dos habitaciones y le dijo: Allí en una de esas dos habitaciones vas a vivir toda la eternidad, pero solo vas a escoger una sola.
¡Qué bueno, por lo menos voy a estar cómodo y hay TV diablito!
Claro Chavito, tienen pantalla plana de 60 pulgadas para que veas a tu hijo Maduro echándole vaina a tus compatriotas, la novela diaria “Las colas del desabastecimiento” y la película la Inseguridad Sangrienta” que azota a tus hermanos venezolanos, además un equipo de sonido con todas las bandas socialista para que escuches a Diosdado y a toda la cuerda de jodedores y jodedoras que usan tu imagen para continuar en el poder, además te dejaré una vitrina llena de arepas de pan harina de mercal y una nevera con pollo frito.

¡Carajo diablito tu si eres mi pana! Déjame preguntarte ¿Y cuál es el castigo.
El castigo N° 1 en la habitación una, esta prendida en candela y su fuego es eterno, así que vas a disfrutar de lo existente en ese salón, obvio, rostizándote todo el día como pavo al horno.
¡Verga! gimió Chávez casi enmudecido y enculillado. ¿Y la otra habi diablito, Tiene lo mismo? no me vayas a engañar, ¡Ojo pelao!

No me compares contigo, ante mí en esas artes eres un maestro, bueno La otra tiene los mismos enceres, sin embargo, solamente tiene un pipote grande, de esos de almacenar combustible, obviamente que está lleno de mierda hasta el tope y tendrás que permanecer parado y con solo la cabeza afuera entre la mezcla durante toda la eternidad.
¡La verga! volvió a repetir Frías y pensó:

“bueno en el cuarto de fuego estaré ardiendo día y noche, pobre de mí trasero y mis bolas, será una tortura eterna, el calor será espantoso y no me dejará ni ver TV. En el pipote lleno de mierda podré tener la cabeza afuera, permaneceré eternamente fresquecito y la oportunidad de mirar televisión a mi anchas y observar a mi hijo amado Maduro como encarcela y asesina a los enemigos de la revolución, será mi único consuelo”.

Chávez emocionado y contento por aquel castigo de película gritó: ¡Bueno diablito escojo al pipote! y diciendo con una sonrisa de oreja a oreja, ¡De victoria en victoria siempre!
Sabía que te gustaría, siempre has sabido navegar en la mierda chavito. Y campante y sonante el Diablo lo llevó hasta la habitación y lo arrojó al pipote lleno de estiércol. El hedor era tan pestilente que Chávez grito como una mamita en apuros.
Que lo disfrutes, murmuró Satán y dejando a Chávez aprisionado en aquel barril se alejó silbando la canción de Chavez: patria, patria…

La TV se encendió y comenzó a pasar la presentación de Maduro en la ONU, Chávez se sentía cómodo en aquel pipote, pero aunque quería salir algo lo mantenía pegado al piso del barril, así que solamente podía mantener la cabeza fuera de aquel mejunje podrido y nauseabundo.

Cuando estaba concentrado viendo a Maduro, de repente se escuchó un sonido estridente y de la pared surgió una inmensa hoz grande y amolada que se dirigía a cortar su cabeza, cuando Chávez la vio pegó un alarido y tuvo que hundir la cabeza completa entre el estiércol putrefacto para evitar su descabezado. 

Ya no tuvo tiempo de comer arepas de pan harina con pollo frito, ver TV, hablar en solitario o pensar, sus alaridos entrecortados por la sumersión, se podían oír en todo el infierno mesmo, aquella maldita bicha que no era la constitución venezolana, sino la hoz, bajaba cada dos segundos en manera vertiginosa.

Así pagaría todas sus maldades pendientes durante los 100 años de gobierno de tortura que les prometía a sus opositores, obvio, para el esos 100 años se repetirían una y otra vez, por eso hoy sus camaradas lo nombran: EL COMANDANTE ETERNO…

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