CUANDO EL
MUNDO SE VENGA ABAJO VIVIREMOS EN UNA MATA DE MANGO
Cuando el
mundo se venga abajo, me treparé a una mata de mango con mi amada y viviré con ella en sus frondosas ramas. Mientras contamos las estrellas durante las noches de luna, charlaremos
solamente sobre los dos, dejaremos atrás los malos tiempos y nos olvidaremos de
los inútiles y amargos.
Cada día
haremos nuestro pequeño refugio en el árbol de mango, comeremos de sus frutos y para calmar la sed beberemos de las lágrimas del cielo, cuando no se precipite alguna lluvia pasajera, tomaremos del agua de roció que se asientan en sus hojas y así podremos mitigar nuestra sedentes.
De tarde en tarde haremos de las sombra de sus hojas nuestras delicia diaria,
así evitaremos que el sol nos queme con su calor intenso y abrasivo.
Cuando se
acabe la cosecha de mango nos alimentaremos de sus hojas, cuyas serán una
ensalada deliciosa a nuestro paladar. En la rama más alta haremos nuestro nido
y nuestra casa, en ese espacio discreto y solitario viviremos una y mil noches
de amor y ternura infinita, no tendremos temor que persona alguna intente
hacernos daños, ella y yo, yo y ella nada más solitarios en un mundo de paz y
silencio, sin tener que oír lamentos sangrientos, guerras aterradoras, noticias
crueles, envidias, mal de amores, violencias domésticas, violaciones,
corrupciones, huelgas, lamentos de carcelarios y más que todo, el llanto de niños
desamparados y golpeados; seremos ella, yo, la mata de mango y los pájaros.
Sé que vendrán algún día los pájaros de algún
lugar desconocido y harán sus nidos en nuestro árbol de mango, disfrutaremos de
sus trinos y nos alimentaremos de algunos de sus huevos. Cuando tengan
polluelos podremos disfrutar de un asado de palomino o de azulejo con salsa de
mango dulce. Al paso del tiempo,
Intentaremos que nuestra pequeña ecología se mantenga en un equilibrio
constante, cuyo mantenga nuestro amor en manera permanente.
Cuando se
venga la mata de mango al precipicio, nos vendremos nosotros también abajo y la
esperanza del amor en la tierra se perderá para siempre…
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