23/11/14

LA SABIDURÍA DE LA MARIPOSA

Muchos desprecian al planeta y lo están destruyendo a falta de conciencia, para contribuir a ayudar a preservar nuestro planeta en óptimas condiciones de vida, la lucha no es de un solo árbol, porque un solo árbol no hace montañas, es de todos…

Un día caminando vi a una fea oruga devorando la blanda corteza tierna de una hoja y tomé una pértiga para matarla porque estaba dañando las ramas de un frondoso naranjo, antes de asestarle el golpe final sentí algo de lástima y Le pregunté por qué dañaba a un árbol tan hermoso, cuyo me podría dar sombra y frutos para comer.

La fea oruga gorda y abotagada me miro triste y me dijo rogando. ¡Déjame vivir y ven dentro de 15 días a este mismo árbol! Aquella respuesta me pareció absurda, sin embargo, mi corazón tenía amor y no eliminé a la oruga cuya me agradeció mi gesto humano y continúe el viaje pensando en la propuesta de la larva.

Regresé a los quince pensando en aquella propuesta y la encontré entre un capullo de seda brillante y con un tejido muy vistoso y hermoso. En el interior del dedal de hilo de seda estaba la ninfa o crisálida.
-Me mintió la oruga, pensé en voz alta y quise despachurrar con impaciencia a aquel capullo insignificante que no me daba la respuesta que esperaba, cuando intentaba realizar mi acción criminal escuché una vocecita que salía dentro del capullo diciéndome: ¡Ven dentro de 21 días cuando termine mi fase de crisálida! Entonces te daré una respuesta a tu pregunta.

Y seguí mi camino meditando sobre la respuesta que había de darme aquel insecto misterioso.

Llego la primavera y los árboles frutales se vestían de flores y aromas dulzones, habían pasado los 21 días y entusiasmado por la interrogante y el cálido palabreo de aquella Crisálida, decidí frecuentar nuevamente el árbol del naranjo y acercándome contemplé en esa instante de mi llegada el espectáculo más maravilloso del planeta, aquella fea oruga se había transformado en un insecto alado y desplegaba sus alas, cuya en el instante inolvidable encandilaron con sus vívidos colores a los ojos del sol.
Después de probarse en vuelo, Posase en una flor para extraer el dulce néctar, luego de tomar un poco de la miel del azahar mirándome sonriente me dijo: si no tomase del jugo de esta flor amigo mío, no se polinizarían las flores y por lo tanto no habría frutos y sin frutos no se formarían las semillas y sin semillas no nacerán árboles como este para que tu tengas sombra y alimento de sus frutos, en igual podrás vender este rubro y así comprarías otras cosas para tu sobrevivir, aparte de darte tanta “vida a tu vida en esta vida”, hermoseo tu espacio con mis colores y en igual soy alimento de mis depredadores para contribuir con el equilibrio del planeta…

Con un pesar en mi corazón me di cuenta que si hubiese destruido a aquel bello insecto cuando era una fea oruga gorda y abotagada, hubiese contribuido como muchos seres humanos a la destrucción de nuestro planeta.
Dios dispuso de un insecto tan pequeño e insignificante para que nos diera una hermosa lección de vida y de amor.

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