LA POETISA
Nota: Existen cuatro factores que alteran el producto para lograr un buen triunfo en la vida los cuales son: Concentración, sensibilidad, creatividad y la justificación. Cuando se obtienen las tres primeras se justificarán entre una diversidad de cualidades que generarán el triunfo final entre la sociedad.
Érase una vez existían cuatro poetisas, no dos como el cuento de Chelita la del frente, cuatro.
La primera poetisa era la del frente, tenía concentración mas no la sensibilidad, la otra poetiza era la de acá, diferente a la poetisa del frente, era sensible pero carecía de la concentración, la tercera poetiza era la del lado, distinta a las otras dos poetizas irradiaba creatividad, sin embargo, no era sensible y tampoco podía concentrarse y por último, la cuarta poetiza era la del lado de allá, causaba envidia a la poetisa del frente, a la de acá y la del lado, extraordinariamente era la justa, estaba dotada de la concentración, la sensibilidad y la creatividad, justifica estas cuatro cualidades personales y la trasformaba en dechados efectivos y afectivos.
La poetisa del lado de allá y a pesar de sus dotes, escribía poesías intensas que ganaban los vítores de quienes la leían, tenía lectores como la arena del mar y sus palabras eran encandiladoras como un relámpago de media noche y dulces como la miel de la caña de azúcar. Cuando la poetisa del lado de allá salía a ver el sol, vislumbraba, elevaba su poderosa armonía creativa, incluso la concentración que despedía su vibra y la sensibilidad eléctrica que dilataba su corazón, la hacían justificar todo lo hermoso de la vida, la poetisa del lado de allá, inspiraba.
La poetisa del frente cuando la poetisa del lado de allá, salía a disfrutar feliz de la luz cálida del sol, la miraba y la despreciaba, su concentración la ejercía solo para odiar y se olvidaba de las otras características restantes, que la ayudarían ser igual que la poetisa del lado de allá.
La poetisa de acá cuando solía salir a regar los girasoles de su pequeño jardín, quedase enternecida contemplando a la poetisa del lado de allá, ¡Si yo fuera como ella! se decía a si misma sintiendo las vibraciones positivas de la poetisa del lado de allá, y suspirando cada día, se inundaba de stress y de sueños inalcanzables.
La poetisa del lado, era muy hermosa, irradiaba creatividad en su entorno, pero nunca terminaba sus obras, cuando veía a la poetisa del lado de allá siendo aplaudida y amada por sus dones generales, se opacaba, envidiando profundamente a la poetisa de allá. Ella a pesar de su extensa creatividad, nunca luchaba por lograr las cualidades justificativas de la poetisa del lado de allá.
Fin
El odio, los sueños inalcanzables y la envidia, solamente ejercen presión y engaño a tus deberes sociales
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