LA PUERCA Y LOS SIETE PUERQUITOS.
Sitio de la plaza Bolívar de Yaguaraparo, donde dicen los lugareños que sale el espanto de la Puerca y los siete puerquitos
Sitio de la plaza Bolívar de Yaguaraparo, donde dicen los lugareños que sale el espanto de la Puerquita y los siete puerquitos
Contaban en otrora nuestros abuelos y coterráneos de Yaguaraparo, incluso aun reciente que en la plaza Bolívar a eso de las 12 del día e igual hora en las noches de luna llena, salía un espanto siniestro, “La puerca y los siete puerquitos”
El que se topaba con este fantasma se las veía verde y terminaba tan confundido y asustado que se “viraba”, frase muy trillada que utilizaba el coloquio del pueblo, siendo lo mismo que alucinar, caminar sin sentido, perderse en el camino o simplificado, perder el juicio por horas o minutos.
Esto le sucedió en ese mismo sitio al Sr. Concho Cedeño, existen versiones que lo vieron dando vueltas en la plaza Bolívar a eso del mediodía, luego se encaminó aturdido como borracho de tanto sol hacia la calle padilla y tomando el sector Bar Brisas del Río, se internó en la espesura del Río.
Camino a playa Chocolate lo interceptaron unos pescadores que lo conocían y le preguntaron para donde se dirigía, Concho le contestó que iba para su casa, los pescadores sorprendidos por aquella extraña respuesta le dijeron que su casa quedaba en El otro lado, en la Chivera. Concho consternado y viendo que la puerca y los siete puerquitos caminaban con él les pidió ayuda. Los pescadores lo trasladaron de vuelta a casa donde Concho regreso a la realidad.
Si decides algún día pasar por la plaza Bolívar, no se te ocurra pasar solo a las doce del día o de la noche, te puedes topar con La puerca y los siete puerquitos, entonces sí que las pasaras verde.
Sitio de la plaza Bolívar de Yaguaraparo, donde dicen los lugareños que sale el espanto de la Puerquita y los siete puerquitos
Contaban en otrora nuestros abuelos y coterráneos de Yaguaraparo, incluso aun reciente que en la plaza Bolívar a eso de las 12 del día e igual hora en las noches de luna llena, salía un espanto siniestro, “La puerca y los siete puerquitos”
El que se topaba con este fantasma se las veía verde y terminaba tan confundido y asustado que se “viraba”, frase muy trillada que utilizaba el coloquio del pueblo, siendo lo mismo que alucinar, caminar sin sentido, perderse en el camino o simplificado, perder el juicio por horas o minutos.
Esto le sucedió en ese mismo sitio al Sr. Concho Cedeño, existen versiones que lo vieron dando vueltas en la plaza Bolívar a eso del mediodía, luego se encaminó aturdido como borracho de tanto sol hacia la calle padilla y tomando el sector Bar Brisas del Río, se internó en la espesura del Río.
Camino a playa Chocolate lo interceptaron unos pescadores que lo conocían y le preguntaron para donde se dirigía, Concho le contestó que iba para su casa, los pescadores sorprendidos por aquella extraña respuesta le dijeron que su casa quedaba en El otro lado, en la Chivera. Concho consternado y viendo que la puerca y los siete puerquitos caminaban con él les pidió ayuda. Los pescadores lo trasladaron de vuelta a casa donde Concho regreso a la realidad.
Si decides algún día pasar por la plaza Bolívar, no se te ocurra pasar solo a las doce del día o de la noche, te puedes topar con La puerca y los siete puerquitos, entonces sí que las pasaras verde.
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