UNA BALA ALOJADA EN MI CABEZA
”La velocidad del sonido es de de 343 m/s en el aire a 20º, por eso la mayoría de las pistolas son “Subsónicas, como la Smith & Wesson Modelo 500, la pistola más poderosa fabricada, dispara una bala de 26 gramos a 549 m/s o 1976 km/h”
Aquí donde ustedes me ven, enterrado en una pena que no se me lava ni con el amor, estoy agonizando, es como enervar un réquiem por mi solitario mundo y echar pompas de jabón a mi secreto, ya puesto con tapa y sus crucifijos, flores y velas encendidas, en un ataúd que huele a cera derretida, a parafina y a mi muerte premeditada.
Mi única razón de vida es una mujer, es como una bala la Smith & Wesson Modelo 500, la pistola más poderosa fabricada, cuya dispara una bala de 26 gramos a 549 m/s o 1976 km/h. ¿Qué razones tendría para tenerla incrustada en mi cabeza? pues muchas, y no es para cantar una serenata a la luz de la luna llena o ponerme a silbar como loco a la orilla del mar, mi única compañera me está matando, me está arrimando a la candela y quemando entre un infierno en llamas, sofocante, delirante, agónico y para que ustedes se cercioren, es una bala alojada en mi cabeza, su velocidad a 1976 kilómetros por segundo impactó seco en mi cráneo, lo volvió trizas, se estrelló contra el parental izquierdo y rebotó en el derecho y haciendo una semi curva se estacionó violenta en el centro de la masa gris, cuando esto sucedió todo se volvió oscuro, no era necesario pensar, ese no era el caso, el caso era sentir el peso del cobre candente entre los sesos, su balance, su desprendimiento, el rasgar con tracción la masa ósea y romper sus neuronas que se asfixiaron probando el sabor de aquel metal al rojo vivo, el cual hizo un ruido seco al anclarse entre la humedad de mi cerebro, igual como cuando hunden un hierro candente en agua fría.
No estaba en el Vietnam cuando ella apretó el gatillo con saña, ni siquiera pestañeo o me dio tiempo para preguntarle su actuación, solo vi su hermoso rostro hundirse placentero en mi último pensamiento, antes que se estrellara aquel plomo cobrizo en la piel y huesos de mi cabeza, sin embargo, recuerdo nítido sus ojos, eran marrones como la de una pantera en celo, brillaron como el destello de súbito de su Smith & Wesson Modelo 500, la pistola más poderosa fabricada, su iris se empequeñeció como el obturador de una videocámara y luego sus labios se abrieron, yo no pensaba que iba a tener aquella convicción tan acelerada en mi corazón cuando los vi, su rojeó me envolvió por instantes entre una pasión enloquecida.
Viví siempre pensando en que morirá de otra manera, amarrado a las viejas circunstancias de la tristeza y en caminos carreteros desandando panoramas desconocidos, soñaba con el amor, pero el amor no caminaba a mi lado y mi sombra siempre iba detrás de mí, aunque el sol estuviera a mi espalda, era difícil entender que me había convertido en mi propio tirano, en el caudillo de mi desolación y de mi desandar en la locura.
Pero no me arrepiento de haberme convertido en mi propio dictador, no era para menos, los amores que tocaron a mi puerta se habían marchado de mi soledad y en lugar de ella me habían dejado el silencio, no quiero pensar en ese pretérito absurdo en este momento, pero la bala que se aloja en mi cerebro pesa y me duele en todo el cuerpo…
Pero saben una cosa amigos y amigas mías, siempre soñé morir de esa manera, a manos de la mujer que siempre soñaba con amarla con dilección extrema, no importando el que dirán o quizás desandar entre los más bajos fondos del mundo para hallarla, y la encontré entre el olor a pólvora aromada con su perfume de gala, porque su pistola es su corazón hirviendo y la bala de 26 gramos que disparó una velocidad de 549 m/s o 1976 km/h y quedo alojada en mi cerebro, es EL AMOR, su amor, nuestro amor.
Estoy muerto de alegría, de tantas cosas que hacen de mi existencia una urna milagrosa de vida, donde caben todas las cosas hermosas que pueden darse una sola vez en la existencia y esa dama tan hermosa y noble lo es… ¿Qué más puedo escribir? su bala está en mi cabeza y ya es imposible de sobrevivir a su poderoso impacto, estoy agonizando, muerto de amor por ella…
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